La solidaridad como valor para la construcción de los derechos humanos

La solidaridad como valor para la construcción de los derechos humanos

La noción de solidaridad se corresponde con la noción de cooperación, ya que sólo se coopera en un acto de solidaridad. La solidaridad es uno de los valores más importantes en la construcción de los derechos humanos.

El derecho a la solidaridad no se limita a la asistencia y la cooperación, la ayuda, la caridad o la asistencia humanitaria internacional. Incluye la sostenibilidad de las relaciones internacionales, especialmente las económicas, la coexistencia pacífica de todos los miembros de la comunidad internacional, las asociaciones en condiciones de igualdad y la distribución equitativa de beneficios y cargas, el derecho de los pueblos a la paz y la preservación de los sistemas ecológicos.

Requiere de la completa eliminación de todas las formas de  discriminación, como la discriminación contra los pueblos indígenas, las minorías, los trabajadores migrantes, los niños, las personas de edad y las personas con discapacidad, y en particular la discriminación contra las mujeres, así como la igualdad de género en todos los aspectos de la actividad humana.

Solo será posible con el comportamiento ético de todos: gobiernos, políticos, empresas y  personas en general. Es necesario, por tanto, movilizar a la opinión pública, a nivel tanto nacional como internacional, en apoyo de los principios y normas del derecho a la solidaridad, principalmente mediante la educación y la enseñanza de los derechos humanos.

Los principales derechos que incluye esta perspectiva son los siguientes:

  • Derecho al desarrollo sostenible: modelos y estructuras económicas que no solo generan beneficios propios, sino que además permitan el acceso a servicios básicos y garanticen la sostenibilidad del planeta.
  • Derecho a la autodeterminación de los pueblos: las naciones tienen la posibilidad de determinar libremente su condición política y su modelo social y económico.
  • Derecho a la paz: entendido no solo como ausencia de guerra, sino también como la puesta en marcha de procesos que fomenten la participación, el diálogo, la inclusión, la cooperación y la superación de conflictos.
  • Derecho a la protección de los datos personales: llama la atención sobre los eventuales peligros y abusos a los que se exponen las personas ante procesos de informatización.
  • Derecho al patrimonio común de la humanidad: acceso a los bienes materiales e inmateriales que constituyen un legado de especial relevancia para comprender la evolución humana.
  • Derecho a gozar de un medio ambiente sano: disfrutar de ambientes sanos, limpios y sostenibles.

Temas que aparecen en las agendas de gobiernos y organizaciones a partir de los años ’80 y que atraviesan la realidad de las personas, promoviendo el bienestar común.

Desde Más Humanas adherimos al día de la Solidaridad y de los Derechos Humanos celebrados durante el mes de Diciembre, invitando a las organizaciones y a las personas a revisar cuáles son las líneas de acción que promuevan la solidaridad como valor para el respeto de los derechos humanos.

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